Todos sabemos que, a pesar de que a simple vista correr parece un deporte fácil y apto para todos los públicos, lo cierto es que las lesiones en el running son más habituales de lo que podemos prever. Sin embargo, prevenirlas es más sencillo si cuentas con las recomendaciones adecuadas:
Buena equipación
La elección de unas zapatillas adecuadas es primordial a la hora de prevenir cualquier tipo de lesión en la práctica deportiva y, especialmente, al correr. Las zapatillas deben estar diseñadas para esta actividad, para que se adapten a nuestras necesidades y pisada.
Precalentar
Para evitar que el cuerpo sufra, debemos prepararlo antes de empezar a correr. Por ello, es importante realizar ejercicios previos de calentamiento, basados en la movilidad articular y los estiramientos suaves de la musculatura que usamos al correr. Lo ideal es realizar una serie de 50 metros en el que se camine:
– Sobre puntas de pie
– Sobre talón
– Sobre el empeine
– Sobre el talón-glúteo
– En carrera subiendo rodillas o skipping bajo
– En carrera subiendo rodillas o skipping medio
– En carrera subiendo rodillas o skipping alto
Técnica de carrera
Lo ideal es que un profesional nos enseñe las técnicas básicas del running, ya que cuanto más se domina la técnica, más control tenemos sobre nuestros movimientos y cuerpo y menos lesiones se producen.
Tiempos de práctica deportiva
Al inicio, no debemos sobrepasar los 30 minutos de ejercicio, pero, si nuestro objetivo es realizar una ruta larga -de más de 60 minutos-, debemos preparar al cuerpo los primeros 20 minutos realizando una pisada a un ritmo suave para calentar nuestra musculatura y aumentar la hiperemia (aumento de sangre).
Visita a profesionales
Pasar por las manos de un profesional en todas las fases de la práctica deportiva es tan o más importante que cualquier consejo antes citado. En función de la cantidad de ejercicio que realicemos, tanto en actividad como intensidad, es imprescindible visitar a un masajista o fisioterapeuta, cada 15 días, para recibir tratamientos de descargas en piernas y espalda.
No estirar después de la actividad
Un error frecuente es estirar después de practicar deporte, que es justo el momento en el que hay más sangre acumulada en la musculatura. Para evitar roturas fibrilares, lo aconsejable es esperar una hora o, incluso, dos, después de la ducha, para realizar los estiramientos, ya que en ese momento la musculatura ya ha reducido el nivel de sangre tras la práctica deportiva.
Si seguimos estos 6 consejos, estaremos preparados para el running y evitaremos cualquier tipo de molestia, aumentando, en consecuencia, nuestra capacidad física y mejorando en este deporte. ¡Qué las lesiones no entorpezcan nuestras metas y logros!