Maserati inició una nueva era con el lanzamiento del Ghibli Hybrid en 2020, al que se le unió esta misma primavera el Levante Hybrid. Cada uno con su propio estilo, han sido concebidos para protagonizar los capítulos más importantes del presente de la firma del Tridente y convertirse en la antesala de la historia de futuro que ya se está escribiendo: la de la electrificación combinada con las altas prestaciones y el dinamismo envueltos en la exclusividad excelsa, propia de Maserati.
El Maserati Ghibli y Levante Hybrid mantienen intactas las características que hacen únicos a los productos de Módena. Tanto la lujosa berlina deportiva como el emocionante ‘Maserati de los SUV’ añaden a su inconfundible sonido y a su electrizante comportamiento de serie la eficiencia de un propulsor mild-hybrid especialmente puesto a punto por el equipo del Maserati Innovation Lab. Diseñado para maximizar el placer al volante y reducir los consumos y las emisiones, este motor de 4 cilindros de inyección directa de gasolina trabaja juntamente con un sistema eléctrico compuesto por el BSG (Belt Starter Generator), una batería de 48 V, el eBooster y un transformador DC/DC.
El BSG es un dispositivo con dos funciones: por una parte, ejerce de motor de arranque, y por la otra funciona como alternador capaz de recargar la batería en las frenadas y deceleraciones. El eBooster utiliza la energía acumulada para apoyar al turbocompresor convencional y mejorar la respuesta del motor a bajas revoluciones siempre que se necesite.
El conjunto entrega una potencia máxima de 330 CV a 5.750 rpm y un par motor de 450 Nm entre 2.250 y 4.500 rpm, con un 90 % de la fuerza disponible desde las 1.750 rpm. De enviar la potencia a las ruedas se encarga una refinada y eficaz caja de cambios automática ZF de 8 relaciones.
Traducido a sensaciones, se ha conseguido la cuadratura del círculo: la respuesta suave y poderosa del motor V6 de gasolina con la capacidad de respuesta a bajas vueltas del diésel. En resumen, esta avanzada mecánica consigue mantener un nivel similar de prestaciones, pero en el Levante Hybrid lo hace con unas emisiones de CO2 de entre 220 y 243 g/km en el ciclo WLTP un 8 % más bajas que el diésel y un 20 % menos que el gasolina. En el Ghibli Hybrid la mejora es igualmente notable, pues sus 183 a 213 g/km de CO2 son virtualmente los mismos que el V6 diésel y un 25 % inferiores a los del gasolina.
Pese a que comparten equipamiento mecánico y un suave y eficaz su objetivo es proporcionar la mayor satisfacción de conducción a quien está al volante y sus siluetas delatan sin ninguna duda el carácter claramente diferenciado entre ambos. El Ghibli Hybrid se reconoce inmediatamente como una berlina deportiva y una vez en marcha su configuración de tracción trasera se encarga de corroborarlo en las primeras curvas.
El Levante Hybrid, por su parte, está disponible únicamente con el eficaz sistema de tracción total inteligente Maserati Q4 y el diferencial autoblocante trasero LSD. El funcionamiento del sistema Q4 se basa en un embrague multidisco controlado electrónicamente, y está configurado para proporcionar todas las ventajas de la tradicional tracción trasera de Maserati incluso en condiciones de baja adherencia, transfiriendo tracción a las ruedas delanteras de forma inmediata cuando es necesario.
Construidos sobre el chasis adaptado de las variantes V6, los coches híbridos de Maserati son sin embargo más ligeros, verdes e incluso más icónicos que sus compañeros de gama. No en vano, para el Ghibli y el Levante Hybrid se distinguen por detalles sutiles y elegantes con el color azul cobalto como protagonista. Las tres tradicionales salidas de aire laterales tienen un ribete azul, y las pinzas de freno Brembo y el rayo del logo del pilar C son del mismo color, sin olvidar la parrilla delantera específica del Ghibli Hybrid, que lo hace aún más elegante e inconfundible. Color, que en habitáculo reaparece en las costuras de los asientos.