Es el responsable de que vivamos los grandes premios de MotoGP pegados a la pantalla de la televisión como si fuéramos uno de los pilotos, de que disfrutemos y suframos como Bagnaia, Martín o Marquez. ¡Y eso no es nada fácil!
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-“Live coverage director” de Dorna Sports y “realizador de la señal internacional” de MotoGP, tu profesión une tus dos pasiones: las motos y el mundo audiovisual.
Me considero afortunado porque he ido en moto desde que era muy pequeño, siempre me han gustado las carreras y me he dedicado al mundo audiovisual. Y he podido hacer de mis hobbies mi trabajo, y eso hace que pueda trasmitir toda mi pasión hacia este deporte.
-Tienes la responsabilidad de decidir lo que se ve y cómo se ve de cada carrera en todo el mundo.
En cierta manera así es, pero la decisión de qué vemos viene determinada por el propio desarrollo de la carrera y de qué contenido es más interesante en cada momento. Y esto se consigue trabajando en equipo con los periodistas, ayudantes de realización, grafistas… En el fondo interviene un equipo enorme de profesionales formado por técnicos, auxiliares, cámaras, productores…, que contribuyen a que, entre todos, podamos hacer una “retransmisión premium”.
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-Cámaras en el circuito, en el helicóptero, en los pilotos…, ¿cómo organizas cada carrera?
En cada Gran Premio tenemos una media de 150 cámaras que son susceptibles de poderse “pinchar” en directo, con la intención de no perdernos ningún detalle. Esto podría parecer una locura, pero nos basamos en un método de trabajo, con una prerealización de las 28 cámaras colocadas alrededor de la pista, combinadas con una segunda capa de realización superior donde se añaden las 80 cámaras “on boards” de las motos (4 cámaras por moto), la cámara del Helicóptero y el dron -que nos dan una perspectiva aérea muy descriptiva-, y las cámaras autónomas que cubren los equipos en los boxes y el Pit Lane. Además, a esta señal realizada se le añaden todos los gráficos en directo, las repeticiones, y las cámaras de alta velocidad que capturan a 2.500 frames por segundo y que nos ayudan a percibir detalles que el ojo humano no es capaz de ver a velocidad normal.
El resultado final es una señal realizada que llamamos “señal internacional”, y que Dorna distribuye para las televisiones y plataformas de todo el mundo, asegurándonos de entregar un producto homogéneo indistintamente del país en que se esté celebrando el Gran Premio, con una misma narrativa y estándar de calidad.
-Cada vez las retransmisiones son más y más reales.
Tecnológicamente Dorna es una compañía que está siempre a la vanguardia de cualquier novedad o evolución. Para hacerse una idea, las cámaras “on board» que llevan las MotoGP son ingeniería propia, y la instalación en las motos las hacen los propios mecánicos de Dorna.
En este aspecto, la novedad más reciente es la incorporación de una “mini cámara” en el mono del piloto -concretamente en el hombro-, que nos da una perspectiva muy real y espectacular a la vez. De la misma manera, en el directo hemos incorporado un “dron” en la retransmisión, siguiendo las tendencias que marca el mercado audiovisual e intentando siempre ser una referencia a todos los niveles.
-¿Qué es lo más importante para que el espectador siga la carrera?
Hacer una realización que permita al espectador entender la carrera, tanto desde un punto de vista “racing” como de “show y entretenimiento”. Para ello, contamos con un discurso muy establecido y una manera de realizar que, gracias a la cantidad de recursos de que disponemos y contar siempre con el mismo equipo humano en cualquier lugar del mundo, nos permite ser ágiles para poder alternar entre varias “luchas” de manera paralela, aunque se estén dando en tramos diferentes del circuito. Esto es realmente complicado porque no disponemos de una “cámara master” que vea todo el circuito debido a su gran extensión, y nos obliga a tener que gestionar las cámaras de manera simultánea para que todo encaje y se entienda, sin perder el centro de atención de la carrera. Como por ejemplo, el adelantamiento que puede significar un “Campeonato del Mundo” que nunca nos podríamos perder.
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-Tienes que decidir en milésimas de segundo qué imagen transmitir en cada momento, ¡qué locura!,
Todo pasa muy rápido en el directo, y tienes que estar conectado con la carrera para estar prevenido ante cualquier situación que se pueda dar. De ello depende que se vea mejor o peor una acción, o que el espectador perciba los cortes de cámara como algo natural. Por ejemplo, “pinchar” una cámara “on board» unas milésimas antes o después en un adelantamiento puede tener una lectura muy diferente para entender bien la acción, con lo que hay que estar muy, muy atento y rápido a la hora de seleccionar la mejor toma.
-Los patrocinadores, la publicidad…, hay muchos otros factores que influyen en la retransmisión.
Efectivamente, la colocación de las cámaras alrededor del circuito no solo viene determinada por el mejor punto de vista de esa curva o recta, sino que también nos condiciona los “fondos de publicidad” que se generen. Traducido en el directo, cuando estamos enseñando una lucha de dos motos, por ejemplo, también se tiene que ver la publicidad de fondo, y hay que estar muy atentos para cumplir con los tiempos de cada “sponsor”, pues se cuentan los segundos de exposición en tiempo real, y no deja de ser un condicionante más a la hora de realizar.
-¿Tienes presión de los pilotos y de los equipos para que tengan más presencia en las pantallas?
No, pero entendemos que todos los equipos quieren su cuota de pantalla, sobre todo por los “sponsors” que les patrocinan, y que quieren visibilidad por las grandes inversiones de dinero que hacen. En este sentido, intentamos que todos salgan lo máximo posible.
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-Eres un privilegiado, que has corrido solo en todos los circuitos el fin de semana de las carreras.
Efectivamente, en las últimas 12 temporadas he tenido el privilegio de ser el piloto probador de las cámaras “on board”, que luego equipamos a las motos de MotoGP. Para ello, el día antes de que empiece el GP, corro durante una hora, una media de 30 vueltas, que me permite conocer el estado de la pista, cuál sería el mejor punto de vista para colocar una cámara, donde es un punto susceptible para adelantar frenar fuerte o paso por curva rápido…, en definitiva, tener sensaciones desde el punto de vista del piloto para trasladarlo al espectador a la hora de realizar, y sacarle el máximo partido a esta experiencia, que por supuesto también disfruto. ¿Qué más se puede pedir?
-¿Por qué tu número cuando sales a la pista es el 97?
Todos los pilotos tienen un número propio, y el 97 lo adopté porque en un Gran Premio en concreto, la suma de los pilotos de las tres categorías de Moto3, Moto2 y MotoGP sumaban 96, y entonces, ¡yo era el piloto número 97¡ A partir de aquel día siempre he usado este número con el cual me siento muy identificado.
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-En todos tus años de experiencia, ¿cuál es el Gran Premio que más has disfrutado?, ¿y en el que peor lo has pasado?
Los que más he disfrutado siempre han sido las carreras en el circuito de Australia, porque allí siempre se dan buenas carreras, y el entorno es espectacular: el circuito está en una isla al borde del mar, y las imágenes y luz siempre son increíbles, y hay muchísima sensación de velocidad.
Y la que peor, recuerdo un Gran Premio en Japón con el campeonato en juego, y siendo una carrera muy complicada de gestión por las diferentes luchas que se iban dando, con la dificultad de que no podíamos perdernos los momentos clave que se daban simultáneamente entre los dos candidatos al título. En esos casos vas contando las vueltas que quedan para que se acabe la carrera… Pero en el fondo, ese sufrimiento también se disfruta, si al finalizar la carrera todo se ha visto correctamente. No deja de ser una satisfacción también.
-¿Cómo es para ti una semana que hay carrera?
Hay un trabajo previo donde analizamos la carrera anterior, “escuchándonos las voces” con todas las imágenes que tuvimos disponibles, y así poder corregir posibles errores en la siguiente carrera. El desplazarnos a los diferentes países conlleva viajar con antelación al GP, y muchas veces con largas combinaciones de vuelos. El vivir en hoteles durante todos esos días también lo hace complicado, y te tiene que gustar mucho este estilo de vida para rendir bien en situaciones de tanto estrés y exigencia. Tampoco es nada fácil poder compaginar este trabajo con la vida familiar y, en este sentido, el mérito siempre ha sido de mis hijas y mi mujer, que siempre han estado apoyándome y dándome tranquilidad y estabilidad. Sin duda les tengo que estar infinitamente agradecido de poder estar realizando este trabajo durante tantos años.
-Apasionado del deporte, es una ventaja para mantener el ritmo frenético de la temporada.
Me considero muy deportista -práctico todos los que puedo: esquí, pádel, yoga…-. De hecho, lo necesito como válvula de escape ante tanto estrés. Paradójicamente, cuando vuelvo de un Gran Premio, necesito hacer deporte para quemar tanta adrenalina del fin de semana. Así que lo normal es verme en Bonasport los lunes por la mañana “post GP”. Es mi oasis donde me recupero tanto física como mentalmente.
-¿Con qué nos sorprenderás próximamente en las retransmisiones de MotoGP?
Seguro que trasladando la emoción de una temporada que se plantea super interesante con Márquez de vuelta con Ducati, Bagnaia defendiendo el título del mundo, Martín intentando quitárselo. En definitiva, el reto será como siempre, elegir el mejor punto de vista que aporte más emoción y contenido al espectador, con la mejor realización posible. ¡Esa es mi misión y espero disfrutarla mucho!
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