Es uno de los grandes iconos del tenis español, y sigue siendo una figura de referencia en el deporte. Hace 50 años, su victoria histórica en el US Open de 1975 marcó un antes y un después en su carrera, y su legado va mucho más allá de ese logro. En esta entrevista, el extenista nos habla de sus triunfos, sus rivales, y de cómo ve el tenis en la actualidad. Sus respuestas no solo reflejan su visión del juego, sino también su humildad y pasión por el tenis.
-¿Qué es lo primero que te viene a la mente al recordar tu victoria en el US Open de 1975?
Mi victoria en Nueva York fue la culminación de un sueño largamente acariciado. Ese trofeo representaba todo el esfuerzo, la dedicación y los sacrificios de años. Fue un logro personal que marcó mi carrera y, sin duda, el momento más gratificante de mi vida profesional.
-¿Qué le dirías hoy al Manolo de 25 años que levantó el trofeo en Nueva York?
Le diría que el esfuerzo siempre tiene recompensa. En ese momento, el camino parecía incierto, pero lo que aprendí es que la perseverancia y la pasión por lo que haces te llevan a lugares que ni te imaginas.
-También eres uno de los dos únicos tenistas españoles ganadores del Torneo de Maestros.
Es un honor compartir ese logro con Alex Corretja, quien también ha sido un gran referente del tenis español. El Torneo de Maestros es uno de los títulos más prestigiosos y es un orgullo ser parte de ese selecto grupo.
-Has sido un jugador único, especialmente en tierra batida: el tenista que más victorias tiene.
Mi fortaleza en tierra batida se basaba en una técnica depurada, en la capacidad de adaptar mi juego y en un control total de los puntos largos. La paciencia y la constancia eran clave, y en ese sentido, me consideraban el mejor en esa superficie.
-¿Qué torneo te ha hecho más ilusión ganar?
El US Open fue, sin duda, mi victoria más soñada. Pero también los tres Godós que gané en Barcelona, jugando en casa, rodeado de mi gente, son recuerdos que atesoro profundamente. Cada triunfo en casa tiene algo muy especial.
-¿Y qué rivalidad te ha marcado a lo largo de tu carrera?
Fue con Ilie Năstase. Además de ser un excelente jugador, siempre fue un desafío enfrentarse a su estilo impredecible y a su carácter fuerte en la pista. Aunque fuera una dura rivalidad, siempre fuimos buenos amigos.
-El tenis vive uno de sus momentos más populares.
Es cierto, el tenis nunca ha estado tan de moda. Los jugadores de hoy en día son muy completos, tanto física como tácticamente. Tienen una base técnica sólida y una mentalidad competitiva que les permite sobresalir en todos los aspectos del juego.
-¿Qué aspecto del tenis te gustaría que nunca se perdiera?
La esencia del tenis siempre ha sido la deportividad. Me gustaría que ese espíritu de respeto, tanto entre los jugadores como hacia el público, se mantuviera intacto. No quiero que el tenis se convierta en un simple negocio, porque al final, lo que lo hace grande es el juego limpio y la pasión.
-¿Qué jugador actual te resulta más inspirador?
Carlos Alcaraz es, sin duda, el jugador más inspirador para mí. Su estilo de juego es impresionante; tiene una gran mezcla de agresividad y control, y su madurez en la pista es excepcional para su edad. Es un tenista completo y tiene un futuro brillante por delante.
-A día de hoy, sigues transmitiendo tu legado, como en la escuela de tenis Bonasport, en la que has formado a grandes tenistas españoles.
El éxito está en tener una visión clara, mantener la concentración y trabajar duro. Lo más importante es no perder de vista los objetivos, y siempre tener el compromiso de mejorar. Un ejemplo fue la llamada generación del «Equipo Bimbo”-Alex Corretja, Albert Costa, Alberto Berasategui, …, -, en la que logramos formar a jugadores con una mentalidad muy fuerte, y eso ha sido clave en su desarrollo.
