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-¿Qué objetivos te has marcado liderando la nueva Copa Davis?
El objetivo es aportar mi granito de arena para que la competición siga evolucionando como lo está haciendo, y ayudar en todo lo que pueda con mi experiencia en mi etapa como jugador y ahora hablando con capitanes, medios de comunicación, team managers de los equipos, patrocinadores…
-Has cambiado la pista por el despacho, ¿cómo estás viviendo tu nueva etapa profesional?
Es algo muy bonito, he tenido la suerte de vivir la Davis como jugador y ahora me toca desde el otro lado. Por supuesto que es distinto, pero para mí formar parte de la competición que como jugador me ha dado tantas alegrías, es especial y me gusta.
-Que el director del torneo sea un reconocido ex-tenista ¿tiene sus ventajas?
Sí y no. Cuando conoces el mundo del tenis y a jugadores, capitanes…, puede ayudar a esa cercanía, pero también es verdad que es una posición en la que tienes que saber decir que no. Es algo que he aprendido, hay cosas que cuando eres jugador no ves o no te das cuenta, y ahora en la otra parte eres consciente de lo difícil que es organizar un torneo. Por lo demás, el trato es fácil porque conozco a casi todo el mundo y prefiero que sea así, más cercano.
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-Ahora la Davis está en un desarrollo constante, ¿qué cambios habéis presentando en esta edición?
La mayor evolución en el formato de este año es el paso de tres sedes en la Fase de Grupos, las que hubo en la edición de 2021, a las cuatro que ha tenido esta edición (Bolonia, Valencia, Hamburgo y Glasgow). Además ahora la Final 8 en Málaga, que decide en noviembre al campeón desde los cuartos de final, se juega más de dos meses después de la primera fase, lo que le da una mayor relevancia a ese evento con los ocho mejores equipos del mundo. Y también ofrece más margen a las aficiones para que puedan organizar sus viajes y se desplacen desde su país de origen.
-El ambiente en las gradas es especial, totalmente diferente al habitual de un partido de tenis.
Sí, es una de las grandes bazas de la competición. Sabemos que el ambiente de tenis es distinto al de algunos deportes, pero quizás la Davis Cup sea la que más se parezca a otros grandes eventos deportivos. Gente cantando en la grada, aficionados con banderas de sus países, público de todas las edades, aficiones desplazadas a una ciudad desde distintos lugares del mundo… Es la fiesta del tenis.
-¿Qué supone para los jugadores representar a su país?
Supone mucho, yo he tenido la suerte de vivir algunos de los momentos más especiales de mi carrera en la Davis, y sin duda que jugar por algo más que por ti mismo, y más hacerlo por tu país, tiene un gran significado.
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-¿Y jugar en equipo?, siendo un deporte tan individual.
Es una sensación que los tenistas no viven durante la temporada. Las imágenes de los jugadores abrazándose al final de un partido, chocando la mano con cada uno de los integrantes del equipo y todo el staff…, son momentos que deja la Davis Cup y que le añaden ese extra, esa aura que es imposible de ver en otros torneos.
-¿Cuáles son tus favoritos para este año? ¿Por qué?
Es difícil porque hay tres o cuatro equipos muy buenos. España y Croacia juegan entre ellos, Estados Unidos e Italia que también. Quien gane de ellos serán claros favoritos. Canadá tiene jugadores como Shapovalov o Felix, un equipo a tener en cuenta. Me es difícil. Italia tiene un gran equipo, Canadá está muy motivada y el hecho de que España juegue en casa es un plus, y más con la experiencia que tiene en la competición.
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-¿Cómo ves a España con la baja de Alcaraz?
Es un equipo muy completo, con jugadores de la talla de Bautista o Carreño, que han ganado la Davis, también con Granollers. Es un equipo que puede ganar a cualquiera. Creo que también van a tener su opciones de gana la Davis. Si consiguen ganar la primera eliminatoria, tendrán seguro la posibilidad de llevarse el trofeo.
-Revisemos cómo funciona la competición en la nueva Davis.
Como hemos comentado, las Davis Cup Finals tienen dos fases: una primera Fase de Grupos que se celebra en septiembre en distintas sedes con cuatro grupos de cuatro equipos, y una fase final, o Final 8, que tiene lugar en una sede neutral con los dos primeros clasificados de los cuatro grupos. Esos ocho países se enfrentan en eliminatorias desde los cuartos de final hasta la gran final, que es lo que viviremos ahora en Málaga. Cada enfrentamiento entre países, desde la Fase de Grupos, se compone de dos partidos individuales y un dobles, que en la Davis siempre ha tenido mucha importancia y así sigue siendo. Además, para disputar las Davis Cup Finals cada año se disputan los Qualifiers, en las que 12 de las 16 plazas están en juego. Otras dos son para los finalistas de la anterior edición y las dos que quedan se completan por invitación del torneo.
-Las fases finales de este año, como comentabas, y el próximo serán en Málaga, ¡la ciudad de moda!
Es un lujo poder celebrar en una ciudad como Málaga la Final 8. Es una ciudad perfectamente preparada para albergar grandes eventos, como ya ha demostrado en muchas ocasiones, y el apoyo de las instituciones, Junta de Andalucía, Diputación de Málaga y Ayuntamiento de Málaga, ha sido clave para poder estar allí tanto este año como el que viene. El proceso de selección de las sedes es abierto, de hecho ya se están barajando sedes para la fase de grupos del año que viene y la Final 8 a partir de 2024. Málaga fue quien más interés mostró en esta ocasión y no podemos estar más contentos por ello.
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-¿Cómo es David Ferrer?
Es difícil hablar de uno mismo. Tienes una percepción que no siempre se ajusta a la realidad. Creo que soy una persona trabajadora, cercano con mi gente, no soy hogareño porque me gusta viajar y salir, pero para mí es importante estar cerca de las personas que quiero y evolucionar personal y profesionalmente. Si soy buena persona o no, no lo sé, creo que sí, pero eso que lo digan los demás.
