La apertura de la zona de reservados con un exclusivo restaurante “omakase”, la activación del horario de mediodía y de una deliciosa carta de brunch para los domingos, son las últimas novedades de este restaurante de lujo que se ha convertido en un imán para las estrellas que visitan la ciudad.
El restaurante de Toni Cano en Enrique Granados 66, diseñado por el prestigioso Grupo Rockwell, se ha convertido desde su apertura en uno de los locales más solicitados e inquietos de Barcelona. Sus salones y su dinner club se llenan cada día de un elegante público local y foráneo que disfruta con su cocina internacional y la música en vivo, mientras que las empresas top apuestan por celebrar sus mejores eventos en sus espacios. Jacqueline se ha convertido en un imán también para los famosos que pasan por Barcelona como los que coincidieron en sus salones tras el Primavera Sound o la F1. Por allí se pudo ver a estrellas globales de la música como Kendric Lamar, Baby Akeem, DJ Diplo o Dj Ruckus, a top models como Cindy Kimnberly, a astros de la NBA como Drew Gooden, jugadores del Chelsea como Mason Mount o del Bayer como Serge Gnabry o Leroy Sané ..
Y es que Jacqueline siempre es noticia, y ahora por partida triple. Por un lado por la anhelada apertura de la joya de la corona del local: el Champagne Bar del ático y su exclusivo restaurante japonés estilo omakase, y por otro la ampliación de su horario al mediodía y el lanzamiento de su carta de brunch de los domingos.
La nueva propuesta de brunch de Jacqueline despegó la pasada primavera como una nueva forma de disfrutar de este elegante local durante los mediodías de los domingos con una carta tan sana como deliciosa, en la que destacan sus huevos rotos con jamón, los huevos Benedict o la tortilla abierta con trufa y champis, la tostada de salmón, sus gofres y panqueques. Pero también cócteles como la Mimosa o el Bloody Mary o los mejores champagnes tienen un gran protagonismo.
Y el imperdible de la ciudad, el champagne bar con una nueva zona para cócteles y degustación de los mejores champagnes de manos del finalista de la World Class by Diageo, Sergio Pardo. Además de tener los privados más cotizados de la sala, cuenta con un pequeño y muy exclusivo restaurante independiente del que opera en las otras plantas: una barra japonesa con concepto omakase para solo 6 personas que se dejarán llevar por las propuestas diarias del chef.
Y no hay que olvidarse de visitar los baños de esta planta, ¡son “lo más” en instagram en estos momentos!