La marina estrena una nueva imagen que le otorga un carácter más mediterráneo y exclusivo
Cada año visitan la ciudad de Barcelona algunos de los superyates más grandes del mundo. Embarcaciones de gran eslora con cuidadosos diseños hechos a medida y con espacio para piscinas techadas, grandes estancias e incluso para albergar un helipuerto dentro de la embarcación. Sin ir más lejos hace solo unos meses visitaba la ciudad el yate más grande del mundo, el Dilbar, una embarcación de 156 metros de eslora. Y es que el puerto de Barcelona, gracias al expertise de Marina Port Vell, es uno de los pocos enclaves del Mediterráneo que se ha especializado en ofrecer servicios de calidad para estos superyates que llegan a la costa catalana desde cualquier lugar del mundo.
Se trata de embarcaciones que llegan a la marina con hasta 80 tripulantes, dirigidos por su capitán y que funcionan como un reloj suizo, todo debe funcionar a la perfección. En este sentido, Barcelona es hoy un referente en Europa en ofrecer servicios específicos para estas grandes esloras y con capacidad técnica y operativa para acogerlos, una posición ventajosa que comparte con las marinas de Mallorca, Mónaco, Port Vauban (Antibes), o Montenegro.
Precisamente para consolidar este liderazgo en el segmento de los superyates, Marina Port Vell ha iniciado una nueva etapa de mayor especialización para las grandes esloras, mejorando la experiencia del cliente y consolidando la excelencia del servicio que brindaba hasta el momento. Para ello, la marina ha lanzado una nueva identidad corporativa que consolida su personalidad, dotando a la marca de un carácter más mediterráneo y exclusivo. Bajo el lema “All day, All year”, la compañía se propone crear una marina integral que permita disfrutar de la vida en la ciudad y en cualquier momento del año.
Los pilares de la nueva marca se basan en el cuidado al detalle y en realzar los beneficios de estar integrada en una gran ciudad como es Barcelona. La marina no se conforma solo con ofrecer un servicio excelente que maximice la experiencia y satisfacción de sus usuarios, sino que va un paso más allá y se compromete con el entorno y el medio ambiente, posicionándose como una marina boutique, con servicios exclusivos y espacios de calidad que ofrecen una experiencia premium. Todo ello, de la mano de profesionales altamente cualificados.
Marina Port Vell atrae a yates de hasta 190 metros de eslora y es percibida como un destino preferente para las tripulaciones gracias a su ubicación estratégica (en el centro de la ciudad de Barcelona) y a sus instalaciones de alta calidad. Además, se trata de una marina con una amplia vocación de servicio, que trabaja con el objetivo de satisfacer con las máximas garantías las necesidades de los clientes.
De esta manera, la marina genera un turismo de alto valor añadido que visita la ciudad por placer, utilizándola para hacer escala a otros destinos como, por ejemplo, las Islas Baleares, otros puntos de la costa catalana, o bien para disfrutar de los grandes eventos que se suceden en la ciudad y su entorno, como puede ser el campeonato de Formula 1 que se celebra en el Circuito de Barcelona-Catalunya o el Mobile World Congress, entre otros.
