Cuando hemos sometido nuestro cuerpo a un cambio de importancia como un embarazo o una fuerte pérdida de peso, en ocasiones las secuelas son más que evidentes. Sometidos al deseo de recuperar la figura nos forzamos con dietas, ejercicios e incluso pensamos en liposucciones. En algunos casos, en los que el abdomen ha sufrido distensión muscular, la única opción es la abdominoplastia. Una cirugía perfecta para volver a delinear nuestro cuerpo. ¿Dispuestos?
El abdomen es una de las zonas del cuerpo donde se acumula la grasa con más facilidad. También las variaciones de peso y los desordenes hormonales contribuyen a la formación de un abdomen poco estético o con deformidades. Caso aparte merecen los embarazos, que pueden provocar además una distensión de la musculatura abdominal. Cuando nos miramos al espejo y vemos que aún volviendo al peso adecuado, la grasa y la flacidez no desaparecen ni con deporte pensamos en la más que popular liposucción. Según el Dr. Pere Taverna, Cirujano plástico especializado en Abdominoplastia, “muchas de las pacientes que se trasladan a Clínica Planas para someterse a una liposucción se les deriva a una abdominoplastia porque con la liposucción no se podrá resolver su problema”.
El problema reside en la pared abdominal. Ésta está constituida básicamente por tres elementos: la piel, la grasa subyacente y la capa muscular. La afectación de cualquiera de estos tres elementos llevará a la alteración de la forma ideal del abdomen que según cada caso, requerirá un tratamiento más o menos complejo. Las personas que, estando cercanas a su peso ideal, presentan acúmulos de grasa en el abdomen junto a una piel flácida que no responde a una dieta o al ejercicio son las principales candidatas a someterse a esta utilísima intervención. Hay que tener en cuenta que no todos los pacientes que se someten a una abdominoplastia deben tratarse los 3 (piel, grasa y pared muscular) elementos a la vez. En algunos casos simplemente el exceso de piel y grasa son los que provocan el deterioro. En otras ocasiones el problema es más acusado y reside en la pared abdominal. Aunque es una intervención que se realiza en ambos sexos, es particularmente útil en las mujeres que, a causa de embarazos, tienen una relajación irreversible de la piel y de la musculatura del abdomen. “No siempre la paciente que se somete a una abdominoplastia es por una cuestión estética. La debilidad de la pared abdominal puede acarrear ciertos problemas de salud a la larga puede llegar a desembocar en una eventración” , comenta el doctor.
¿Pero, exactamente en qué consiste esta intervención?
En, principio cuando hablamos de abdominoplastia entendemos una intervención también llamada lipectomía abdominal, que va destinada a tratar el exceso de piel, la grasa y la pared muscular del paciente. Esta intervención elimina la piel y grasa sobrantes, mediante una incisión en el pliegue suprapúbico (por encima del pubis), lo que permite que la cicatriz quede perfectamente disimulada por la ropa interior o el bañador. A través de esta incisión también se corrige la separación de los músculos abdominales. Según el Dr. Taverna “hay que diferenciar los casos de una moderada alteración muscular que sufren muchas mujeres que han tenido hijos por ejemplo, y una alteración muscular realmente “patológica”. En estos últimos casos puede ser incluso necesaria la colocación de una malla de material sintético para su reconstrucción”.
¿El perfil de paciente?
No existe un perfil único. Podríamos hablar de diferentes perfiles. Según el Dr. Taverna “los pacientes más comunes son mujeres de más de 45 años que presentan los tres problemas: exceso de grasa, piel y relajación muscular. También existen pacientes hombres y mujeres de todas las edades que se han sometido a una dieta y después de haber perdido mucho peso, presentan un gran exceso de piel”.
La mini abdominoplastia es una variación de la técnica de abdominoplastia y está especialmente indicada en mujeres jóvenes con una buena calidad cutánea, pero en la que los embarazos han provocado una pérdida de la tonicidad de los músculos del abdomen (conocida como diástasis de los músculos abdominales). Esta situación puede acompañarse o no, de un moderado acúmulo de grasa residual en la zona del vientre.
Esta técnica tiene la ventaja de que no es necesaria la extirpación de la piel y la cicatriz resultante es prácticamente imperceptible.
Los resultados reparadores y estéticos de la abdominoplastia y de la mini abdominoplastia son excelentes, ya que se recupera la integridad y firmeza de la pared abdominal y el aspecto estético de la zona. Para que los resultados perduren en el tiempo es importante entender que un estilo de vida saludable, una dieta equilibrada y algo de deporte es lo que realmente le ayudará a sentirse mejor. Y es que el vientre plano, tras una abdominoplastia, dependerá de nosotros mismos.
Dr. Pere Taverna
Cirujano Plástico y Estético
doctor@clinicaplanas.com
Tel.: 932032812
