El edificio, que acogió la sede de un banco a lo largo del pasado siglo, se ha reformado bajo la inspiración neobarroco de la Ópera Garnier.
La Suite Lafayette del Hotel Banke 5* de París fue años atrás la oficina del director de un gran banco. En esa habitación se fraguaron muchas historias de la burguesía parisina y sus paredes guardan secretos en muchos casos inconfesables. Como también hay numerosos recuerdos y enigmas en la llamada Salle des Coffres, que protege no menos de
461 cajas fuertes, entre las que 439 todavía permanecen cerradas. Intrigas y misterios del París de los últimos cien años escondidas en una sala, actualmente utilizada para celebrar los acontecimientos más íntimos y exclusivos de París.
Historia, arte y un servicio llevado al lujo definen el Hotel Banke, propiedad de Derby Hotels Collection. Ubicado en el corazón de París, junto a la Ópera y los grandes almacenes Galeries Lafayette, el Banke 5* es un hotel boutique de 91 habitaciones.
Revivir los secretos de París
Alojarse en el Hotel Banke es adentrarse en una experiencia que combina la historia, el arte y el lujo al servicio de la hospitalidad. La gastronomía también tiene un lugar destacado en el restaurante gourmet Josefin, el nombre de la esposa de Napoleón 1r, Joséphine de Beauharnais. El restaurante Josefin propone una gastronomía de fusión mediterránea con un guiño a la cocina parisina. Un concepto gastronómico basado en la combinación sutil de sabores en torno a los productos de temporada. Después, en Le Bar se mezclan algunas de las mejores ginebras y cognacs de París, como el Courvoiser Napoleón. En Le Bar también se puede degustar el Napoleón, un exclusivo cóctel a base de coñac.
El hotel es un edificio lleno de historia. La construcción del edificio se remonta a 1772 cuando Pierre-Louis Moreux construyó un palacio en la calle Lafitte. Éste se convirtió en propiedad de Louis Bonaparte, rey de Holanda y hermano de Napoleón Bonaparte, quien se lo ofreció a su esposa, Hortense de Beauharnais. El palacio entró en la historia como el
“Hotel Reina Hortense”. Después del exilio de la familia Bonaparte, el inmueble tuvo varios propietarios, incluyendo el banquero austríaco Salomon Mayer Rothschild, que lo compró en 1832.
Posteriormente, en 1899, pasó a formar parte de la Banque Suisse Française (BSF) – después Crédit Commercial de France- y entró de lleno en la agenda de la gran burguesía francesa guardando en sus cajas fuertes su riqueza, y también sus secretos más íntimos.
La familia Clos, con gran sensibilidad por la cultura y el arte, rinde homenaje a la Ópera Garnier con este inmueble hotelero, que reproduce expresiones del estilo neobarroco. Desde la entrada, los huéspedes son acogidos por unas grandes cortinas inspiradas en las de la gran escena principal y, ya en el vestíbulo, levantando la mirada, percibimos los balcones del primer piso que recuerdan los camerinos de la ópera.
Cada piso, además, presenta una colección impresionante de obras de diferentes continentes y civilizaciones, que nos transporta a otros mundos y otros tiempos para crear una atmósfera de misterio propia de los largos viajes y exploraciones que, en muchos casos, posiblemente fueron financiadas por el propio banco. Arte, excelente servicio y, por supuesto, gastronomía.