Por Juanjo Ruzafa, director y propietario de Ruzafa Barber
Curiosamente la historia de la barba se inicia cuando el hombre empieza a afeitarse.
Hoy en día es muy habitual cruzarnos con muchos hombres con barba. Están de moda y es una opción estética más. Pero… ¿Sabemos cómo cuidarla?
Cuando dejamos de afeitarnos unos días a menudo nos invaden las dudas: mejor con barba o sin ella. Si damos el paso y decidimos dejárnosla, lo mas recomendable es escuchar el consejo de un profesional, que nos asesore teniendo en cuenta nuestras facciones, y nos indique cuál sería la mejor opción de diseño de nuestra barba.
Una vez tengamos decidido nuestro estilo de barba, deberíamos pensar en su cuidado: Lavarla a diario para retirar la suciedad con un champú neutro, frotándolo con las manos sobre nuestra barba húmeda hasta cubrirla de una generosa espuma, dejándola actuar unos minutos y retirarla con abundante agua.
A continuación aplicar unas gotas de aceite especial para barba sobre las palmas de las manos y masajearla hasta que llegue a la raíz del vello. Esto es fundamental para que el aceite penetre en la piel, y nos ayude a que no se produzcan picores y evitemos esa molesta escamación provocada por la sequedad.
Para aportar brillo a nuestra barba la cepillaremos con un cepillo especial de “púas de cerda naturales”, que a su vez nos ayudará a poner orden a la misma.
Por último si queremos conseguir un extra de acabado, en el mercado hay ceras que nos facilitaran darle un “toque” diferente.
Juanjo Ruzafa ha sido galardonado con algunos de los premios más importantes del sector, como el de Mejor Barbero 2017.
Una barba bien cuidada puede convertirse en un símbolo de distinción, incluso de estatus. Las personas asocian la barba a una señal de respeto y poder, tal y como ha quedado documentado en el transcurso de nuestra historia.
No hay duda de que la barba vuelve a estar de moda y la encontramos en sus múltiples variantes: ya sea corta, o en su forma más clásica y perfilada, o abundante y larga… “Los hombres con barba son tendencia”.
Para esta temporada las barbas en medidas cortas vienen con fuerza, buscando ángulos rectos para corregir y compensar las facciones y así masculinizar los rasgos. Se trata de una barba fácil de mantener, afeitando la línea que define los pómulos y la parte final del cuello.
A las barbas de tres días también hay que hacerles una mención especial. Vinieron para quedarse. Y para su mantenimiento requiere tener una buena máquina de corte, que nos facilite la labor y sobre todo el poder repasarla cada tres días. Hay que poner especial cuidado en mantener limpias las zonas del cuello y los pómulos, además de que el bigote no cubra los labios y permita verlos.
Por último tenemos las barbas largas, que tienen su mejor aliado en las facciones redondeadas. Lo aconsejable es crear una disminución en las zonas de las patillas y dejar progresivamente más longitud hacia la barbilla, consiguiendo acentuar la zona del mentón y así afinar el rostro.
¡Larga vida a las barbas!
